9.11.2008

pastel de chocolate

Y yo no digo lo contrario, aunque preferíría no tener que sostenerlo.
En mi opinión es frágil, escuálido e indefenso. Tonto e ingenuo. Torpe y manipulador. Pequeño y complejo.

¿Sublimación del hecho? No lo creo. Tú sabes que las más de las veces los hacemos de accidente (sin darnos cuenta) y, después, bienvenida no genuina y sonrisa bien fingida festejamos cumpleaños.

He, pues, aquí, que él cumple ya tres años: torta rica, regalitos, payaso horrendo de poca categoría. Podría decir que aún me gusta. Pero al igual que el chocolate, cuyo inicial sabor es agradable, puede llegar a hastiar, enfermar, matar.

3.04.2008

¿De dónde vinieron las razas?

Con aportes de Ken Ham, Dr. Carl Wieland, y Dr. Don Baten

Permítame preguntarle ¿Qué son los nenúfares?, ¿Hasta dónde se lava la cara una persona que es calva?, ¿Cómo se fabrica el ketchup?, y finalmente ¿Quién fue Erick el Rojo? Tal vez a usted le parezca que éstas son preguntas tontas o sin sentido, pero yo tengo curiosidad por ellas. A decir verdad tengo muchas más preguntas en la cabeza y si se las compartiera posiblemente usted se reiría mucho.
En mi infancia hubo una ocasión en que el maestro de la clase para niños estaba hablándonos del cielo diciendo “Todos los niños que confíen en Cristo podrán estar en el cielo con Él”, eso era algo emocionante para mí. Pero velozmente una niña levantó la mano y preguntó “¿Entonces sólo los niños pueden ir al cielo?”. Todos podemos reír con algo como esto.
Y con seguridad usted tiene una pregunta rondando en su cabeza (tal vez sea “¿qué objeto tiene todo esto?”). Como usted acaba de comprobar, todos los seres humanos tienen alguna curiosidad, alguna pregunta inteligente e intelectual. La curiosidad es algo innato entre los seres humanos, eso nos distingue de los demás seres vivos. Nunca he pensado que una planta se pregunte sobre el por qué de su ubicación, tampoco creo que algún animal – por más inteligente que éste sea – se cuestione sobre si lo que acaba de comer le hará subir de peso. Los seres humanos siempre hacemos preguntas inteligentes (aunque a veces no lo parezca), y una de esas preguntas intelectuales es, precisamente, ¿De dónde vinieron las razas?

Hasta mediados del siglo XIX la gente empleaba el término ‘raza’ para referirse a los diversos grupos humanos (‘la raza aria’, ‘la raza inglesa’). En la actualidad esta palabra tiene un matiz diferente debido a la publicación de Carlos Darwin “Sobre el origen de las especies por mecanismos de selección natural o La preservación de las Razas favorecidas en la lucha por la vida” (énfasis añadido) en que se propone que los diferentes grupos o ‘razas’ de gente evolucionaron en diferentes formas, de modo que algunos grupos de personas son más parecidos a sus supuestos ancestros los simios que otros.

La evolución Darvinista fue y sigue siendo innatamente una filosofía racista. Mucha gente se mantiene confundida e ignorante acerca del origen de las llamadas ‘razas’ humanas en el mundo. Debido a esto los aborígenes australianos fueron considerados el eslabón perdido entre un ancestro similar al mono y el resto de la especie humana. Las actitudes racistas incitadas por el pensamiento evolucionista dieron como resultado humillante que un pigmeo africano fuese exhibido, junto a un orangután en una jaula del zoológico del distrito Newyorkino de Bronx (Jerry Bergam, ‘Ota Benga: The man who was put on display in the zoo!’ Revista Creation 16, p. 48-50, 1993).

Entonces, el evolucionismo ha logrado que la gente piense en ‘razas’ cuando hablan de grupos de personas (‘la raza negra’, ‘la raza blanca’). Esta filosofía equivocada ha resultado en que mucha gente, hoy en día, mantenga prejuicios arraigados contra ciertos grupos de personas – hablamos del racismo.
Empero, los científicos en la Convención de Ciencia Avanzada en Atlanta-EEUU, declararon que “La raza es una construcción social derivada principalmente por percepciones condicionadas por eventos de la historia registrada y no tiene base biológica real” (artículo del diario Los Angeles Times ‘Race has no basis in biology, researchers say’ reimpreso en el diario Cincinnati Enquirer, 20 febrero, 1997, p.A3).

A propósito de esto, la cadena noticiosa norteamericana ABC publicó los resultados de una investigación sobre el concepto de raza titulada “Todos somos iguales” (“We’re all the same”) en su página científica el año 1988, donde leemos que “Más y más científicos encuentran que las diferencias que nos separan son culturales y no raciales. Inclusive, algunos dicen que la palabra ‘raza’ debería abandonarse porque no tiene significado”. El artículo recalca que “aceptamos la idea de raza porque es una manera conveniente de poner a la gente dentro de categorías amplias, frecuentemente para suprimirlos…El ejemplo más aberrante fue provisto por la Alemania de Hitler. Los prejuicios raciales son sesgos comunes alrededor del mundo”.

En la Biblia nunca se usa la palabra ‘raza’ para referirse a los grupos humanos, por lo tanto creemos que ningún creyente debería usar ese término. Podríamos referirnos a los distintos ‘grupos de personas’ alrededor del mundo.
Y desde luego, la Biblia también nos cuenta del origen de los grupos humanos. Pero no sólo eso, sino que la Biblia y los principios científicos aceptados proveen respuestas fáciles de comprender que retan nuestra manera de pensar sobre el importante tema “¿De dónde vinieron las razas?”

La Biblia y la ‘raza’

Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les ha fijado orden en los tiempos, y los límites de su habitación; (Hch 17:26)

Ya mencionamos que en las Escrituras nunca se usa la palabra ‘raza’ para referirse a la gente. En este versículo Dios habla del linaje de los humanos y el lugar en el que ellos habitan: el planeta Tierra. Cuando habla de “los límites de su habitación” nos aclara que sólo podemos vivir aquí, en la tierra, y que en ningún otro planeta es posible la vida. También dice que Dios le ha dado “orden en los tiempos”, es decir un pasado, un presente y un futuro (el hombre es temporal). Asimismo los seres humanos son descritos como seres “de una sangre”, ¿qué quiere decir? Significa que todos los humanos somos parientes puesto que todos los seres humanos somos descendientes del primer hombre, Adán.
Adán y Eva engendraron hijos e hijas, quienes continuaron engendrando hasta que una gran población humana se estableciera. Aquella gran población de hombres fue destruido por un diluvio, de ello hablaremos más adelante.

Los antropólogos generalmente clasifican a los seres humanos en 4 grupos raciales principales, como el Caucásico (europeos o ‘blancos’), el Mongoloide (que incluye a los chinos y a los indios americanos), el Negroide (‘negros’ africanos), y el Australoide (los aborígenes australianos).
En sus inicios, el evolucionismo proponía que ‘la raza negra’ y ‘la raza blanca’ debieron haber evolucionado de dos animales diferentes. Pero ahora creen que todos los grupos de personas proceden de una misma población original. Así que allí están de acuerdo con la Biblia. Por supuesto, ellos creen que tales grupos como los aborígenes y los chinos, han estado separados varias decenas de miles de años.

Resumiendo, la Biblia dice que todos somos descendientes de Adán, que tenemos “una sangre”. Por lo tanto no hay ‘razas’. ¿Pero qué de las diferencias visibles entre los grupos humanos tales como el color de la piel y la forma de los ojos?
Examinemos, pues, estas supuestas ‘características raciales’ que en realidad son solamente pequeñas variaciones entre grupos de personas.

Forma de los ojos
En principio hablemos de forma de los ojos. Generalmente los rasgos que observamos no son únicos o diferentes de los demás. Por ejemplo, los ojos asiáticos, o almendrados, tienen esa apariencia simplemente por tener un pliegue extra de grasa. Los ojos asiáticos tienen una capa de grasa – mientras que los caucásicos simplemente tienen menos de ésta.

Color de la piel
Observemos también el color de la piel. Es fácil pensar que como los diferentes grupos de personas tienen piel amarilla, piel roja, piel blanca y piel morena, deben existir diferentes pigmentos en la piel. Pero esta es una idea equivocada. La verdad es que todos nosotros tenemos el mismo pigmento para la coloración de nuestra piel: la melanina. Éste es un pigmento oscuro bronceado que todos tenemos en unas células especiales dentro de nuestra piel (las personas llamadas albinas carecen de la habilidad para producir melanina por un defecto de mutación hereditaria). Si no tuviéramos melanina entonces tendríamos una piel extremadamente blanca o de un color rosado. Si produjéramos poca melanina, seríamos blancos como los europeos. Si nuestra piel produjera una gran cantidad de ella, seríamos negros o muy oscuros. Y en términos intermedios, tenemos todas las gamas de moreno. No existe ningún otro pigmento de importancia para el tono de la piel.
¿Qué hace la melanina? Protege la piel contra los daños ocasionados por la luz ultravioleta del sol. Si tiene muy poca melanina en un ambiente muy asoleado sufrirá con más facilidad de quemaduras de sol y cáncer de piel. Si posee gran cantidad de melanina y vive en un país donde hay poca luz de sol, será mucho más difícil para su cuerpo producir la cantidad adecuada de vitamina D (la cual se genera con ayuda de la luz solar).
También debemos notar que uno no nace con una cantidad de melanina organizada genéticamente, pero sí con un potencial genético organizado para que produzca una cierta cantidad, la cual se incrementa en respuesta a la luz del sol. Por ejemplo, una persona blanca es morena en potencia dependiendo si en el verano se expone mucho al sol. ¿Ha oído hablar de niños blancos que se vuelven morenos porque sus madres los dejaron jugar mucho tiempo en el sol?

¿Pero cómo explicamos la formación de diferentes colores de piel si todos procedemos de una misma población? Veamos algunas observaciones que nos pueden ayudar a explicar esto. De ahora en adelante, cuando usemos algunas palabras como ‘diferentes colores’, estaremos refiriéndonos estrictamente, a los tonos de un solo color: melanina.

Si una persona de un grupo de gente muy negra se casa con una persona de un grupo de gente muy blanca, su descendencia (llamada ‘mulata’) será morena. Se sabe desde hace mucho que si los mulatos se casan con otra persona sin importar su tono, su descendencia podrá ser virtualmente cualquier tono, variando en rasgos, desde muy blanco hasta muy negro. Comprender lo que acabamos de explicar es básico para responder nuestra pregunta sobre las ‘razas’. Así que daremos un sencillo vistazo a algunos de los factores básicos de la herencia:
Cada uno de nosotros carga información en su nuestro cuerpo que nos describe. No sólo determina que no vamos a ser manzanas o cocodrilos, sino si tendremos ojos azules, nariz pequeña, piernas largas, etc. Cuando un esperma fertiliza un óvulo, toda la información que especifica cómo será construida la persona siempre está presente. Esta información está codificada en nuestro ADN. Esta información es copiada y recombinada.
La palabra ‘gen’ se refiere a una pequeña parte de esta información, la cual transporta las instrucciones para producir, por ejemplo, una enzima. Entonces, regresando a aquella célula y a aquel óvulo que recién ha sido fecundado nos preguntamos ¿De dónde vienen los genes y la información? Una mitad viene del padre (transportada por el esperma), y la otra mitad de la madre (transportada en el óvulo).

El ‘color’ de la piel según la genética
Sabemos que el ‘color’ de la piel es gobernado por más de un gen. Me resulta algo complicado explicar la combinación de estos genes ya que es bastante complejo, pero haré mi mejor intento.
Para simplificar todo, en nuestro ejemplo utilizaremos solamente dos genes (A y B que serán genes ‘negros’) con sus correspondientes genes ‘más silenciosos’ (a y b que serán genes ‘blancos’).
¿Qué sucedería si una pareja de mulatos de piel morena se casan? Sorpresivamente encontramos que una completa gama de ‘colores’, desde el blanco muy claro hasta el moreno muy oscuro pueden resultar en sólo una generación.


Aquellos AABB que son ‘negros puros’ pueden perder los genes de piel clara si ellos se casan y se desplazan a una zona donde su descendencia no pudiera casarse con gente de un color más claro, entonces todos sus hijos serán negros – una ‘línea negra’ pura sería el resultado.
Mientras que si aquellos que son blancos aabb se casaran con otros blancos y emigraran a un lugar donde su descendencia no se casara con gente más oscura, una ‘línea blanca’ pura sería el resultado – ellos han perdido los genes que les dieron la habilidad de ser negros, esto es, producir una gran cantidad de melanina.
Así que ahora podemos ver la posibilidad, comenzando con dos padres morenos, de tener no solamente todos los ‘colores’, sino además grupos de personas con coloración estable.

¿Pero qué hay acerca de los grupos de personas que son permanentemente morenos tal como los tenemos hoy en día?Nuevamente, esto se puede explicar con facilidad. Estos morenos (aaBB o AAbb), si no se interrelacionan con otros por mucho tiempo, tendrán la capacidad de tener descendencia únicamente morena. Pero cuando estas líneas puras se interrelacionen otra vez (casándose) con otras líneas, el proceso será revertido. En un corto tiempo sus descendentes podrían mostrar una amplia gama de ‘colores’, a menudo en la misma familia (¡Yo soy moreno, pero mi hermana es blanca!).


Si todos los seres humanos sobre la Tierra se casaran entre sí sin distinción de razas y después se separaran en grupos al azar para preservarse a sí mismos, una nueva gama de combinaciones podrían emerger, como tener ojos almendrados y piel negra. Necesitamos recordar, por supuesto, que los genes son mucho más complejos que el corto ejemplo que acabamos de dar.

¿Qué sucedió realmente?
Ahora, debemos entender que existe realmente una sola raza: la raza humana. La raza creada por Dios.
Las Escrituras diferencian a la gente por tribus o por agrupamientos nacionales, no por el color de la piel o las apariencias físicas. Toda la gente puede relacionarse libremente y tener descendencia abundante. Lo cual nos demuestra que las diferencias biológicas entre las ‘razas’ realmente no son tan grandes. De hecho, las diferencias del ADN son triviales. Los científicos han encontrado que si uno toma a dos personas de cualquier parte del mundo, las diferencias genéticas básicas entre estas dos personas serían típicamente alrededor de 0,2%. Aun si ambas vienen del mismo grupo de personas. Pero las llamadas ‘características raciales’ que muchos creen que son las diferencias más grandes (color de la piel, contorno de los ojos, etc.) cuentan solamente el 6% de este 0,2% de variación, lo cual resulta en un 0,012% en diferencias genéticas.
En otras palabras, las llamadas ‘diferencias raciales’ son absolutamente insignificantes. Por ejemplo, si una persona blanca busca un tejido compatible para un transplante de órgano, de hecho, la mejor compatibilidad vendría de una persona negra, y viceversa.
La página de noticias científicas de la ABC declaró “lo que muestran los hechos es que existen diferencias entre nosotros, pero éstas se derivan de la cultura, y no de la raza”.
Todo lo expuesto anteriormente no es el todo del asunto, tampoco es una exposición de ciencia biológica, es más bien una iniciación a la investigación que le sugiero haga usted por su propia cuenta. Pero lo aprendido hoy nos ayudará a comprender mejor la verdad bíblica sobre el origen de las diferentes agrupaciones humanas. ¿Qué dice la Biblia sobre las diferencias entre grupos de hombres?

La Biblia nos relata que Adán fue creado con la mejor combinación genética posible – por ejemplo el ‘color’ de la piel (probablemente Adán y Eva eran morenos, con genes de ambos tipos de piel: oscura y clara, debido a que un tono de piel intermedio parece ser el más conveniente ya que es lo suficientemente oscuro para proteger la piel del cáncer, así como lo suficientemente claro para producir vitamina D). Un largo periodo después de la Creación, un diluvio mundial destruyó a todos los seres humanos excepto a un hombre llamado Noé, su esposa, sus tres hijos con sus esposas respectivas (quienes también eran morenos. De hecho, la mayor parte de la población mundial que existe es aún morena).
Aquel Diluvio no sólo destruyó a la mayoría de la población mundial, sino que también transformó en gran manera el medio ambiente. Poco después, Dios ordenó a los ocho sobrevivientes del Diluvio que se multiplicaran y cubrieran la tierra. Y así se repobló la tierra en unos cuantos cientos de años. Mas esta gente, todos ellos parientes, hablaban el mismo lenguaje y eligieron desobedecer a Dios y se unieron para construir una gran ciudad con la Torre de Babel como el punto central de su adoración rebelde.
Entonces Dios juzgó la desobediencia de la humanidad confundiéndoles con diferentes idiomas a fin de que no continuaran con su rebelión, por lo tanto fueron forzados a dispersarse sobre la tierra como Dios lo había determinado.
A partir de ese momento, todos los ‘grupos humanos’ – ‘negros’ africanos, indo-europeos, mongoles y otros – comenzaron a existir.

Hemos hecho un rápido resumen de los primeros 11 capítulos del libro de Génesis. Ahora apliquemos nuestras nociones de genética y los procesos de pigmentación de la piel desde el punto de vista biblicista:

Sabemos que unos cuantos siglos después del Diluvio (hasta Babel), se hablaba un único idioma. Este hecho también mantuvo un único grupo cultural. Todos ellos se casaban entre sí, pienso que casi todos ellos eran morenos (se mantuvo el ‘color’ de piel de la población lejos de los extremos: blanco o negro), también es posible que hubieran algunas personas más oscuras o más blancas que otras.
Todos los habitantes del mundo hasta Babel eran similares (y como no tenían problemas culturales ni nada de eso, se mantenían unidos y se habían reproducido prolongadamente). Bajo estas circunstancias, las distintas ‘diferencias’ nunca emergían. Para que pudiera aparecer un tono de piel diferente o rasgos en los ojos habría sido necesario dividir a toda aquella única gran comunidad, en pequeñas tropas y alejarlas unas de otras. Todo biólogo sabe que para obtener tales líneas por separado, necesitaríamos dividir un grupo que se ha reproducido prolongadamente en grupos más pequeños y mantenerlos separados, esto es, sin volver a intercruzarlos más.

Lo mencionado es exactamente lo que sucedió en Babel: cuando Dios confundió el idioma de ellos no sólo inventó los idiomas sino que instantáneamente también creó barreras (el idioma es una barrera entre los hombres hasta el día de hoy). En consecuencia la gente ya no podía casarse con cualquier persona, pero también la gran comunidad babélica se vio dividida en pequeños grupos según el idioma que hablaban, entonces tuvieron que trasladarse lejos de los demás (fueron forzados por Dios a ir a diferentes comunidades y regiones).
Aunque todos eran similares y tenían el mismo ‘color’ de piel, cada persona tenía una predisposición genética diferente para producir melanina. Es así que Dios fue quien guió la formación de los grupos (por ejemplo; a todos los que tenían predisposición genética a producir poca melanina les concedió hablar inglés mientras que a los que podían producir más melanina les guió a las regiones cálidas).
Así es que un grupo podía tener más genes oscuros en su constitución, mientras que otros podían tener genes más claros. Lo mismo pudo ocurrir con otras características: la forma de la nariz, el contorno de ojos, etc. Y desde la separación de Babel, se interrelacionaron únicamente con los miembros de su propio grupo lingüístico, teniendo una tendencia a separarse y no a unirse.

Como estos grupos emigraron lejos de Babel, encontraron nuevas y diferentes zonas climáticas. Aunque el medio ambiente no tiene ninguna influencia sobre las mezclas genéticas de las personas, bien puede influir en la producción de ciertas sustancias en el organismo como la vitamina D. de modo que a la larga el ambiente sí puede afectar el balance de los factores hereditarios en la población.
Imaginemos a la gente que se trasladó a las zonas frías con poca luz del sol. En esas áreas, los miembros con piel oscura tanían la desventaja de producir una cantidad insuficiente de vitamina D, por tanto, eran menos sanos y tenían menos hijos.
De esta manera, con el tiempo, los miembros de piel más clara predominaron. Si diversos grupos fueron hacia esta área, y uno de ellos no tenía suficientes genes para piel clara, este grupo se extinguiría en poco tiempo (esto se llama ‘selección natural’ y actuó en las características ya presentes, mas no evolucionaron nuevos rasgos).

Notemos un incidente muy interesante sobre estos grupos: En Europa, se encontraron huesos del “hombre de Neandertal” – los evolucionistas creían que era un hombre-mono, pero todos los antropólogos y científicos respetables saben que es un hombre como usted y como yo.
Pero bueno, algunos de estos “hombres de Neandertal” mostraron evidencias abundantes de deficiencia de vitamina D en sus huesos. Es lógico sugerir que eran un grupo de seres humanos con piel oscura, la cual no era apta para el medio ambiente en el cual se desenvolvían.
De manera inversa, la gente de piel clara en las regiones muy asoleadas pudo sufrir fácilmente de cáncer en la piel, en tal caso, la población de piel oscura tenía más posibilidades de sobrevivir.

En conclusión, observamos que el medio ambiente puede afectar el balance de los genes dentro de un grupo y aun eliminar grupos enteros. Ésta es la razón por la que podemos ver las características adecuadas al medio ambiente (por ejemplo: los nórdicos de piel blanca, los ecuatorianos de piel oscura, etc.). Aunque no siempre es así: un esquimal tiene piel morena y todavía subsisten donde no existe mucho sol, posiblemente debido a una constitución genética como AAbb. De todas formas son los genes que les vuelven aptos para aquella región (Yo soy moreno latino, mas según mis genes yo no podría vivir en Alaska porque no tengo la combinación genética adecuada que me permita hacerlo).

Toda la información que forma nuestra vida corpórea está escrita y descrita en los genes de manera detallada.

Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante. (1 Co 15:45)

Toda la gente proviene de Adán. Este primer hombre fue hecho “alma viviente”, es decir “para tener vida”. Nosotros también somos almas vivientes, somos almas con un cuerpo que perece. En Adán no sólo se originaron las características de melanina sino también el pecado. El pecado también se ha pasado de generación en generación. Adán fue el ‘primer Adán’, Caín fue el ‘segundo Adán’, Abel el ‘tercer Adán’ y así hasta llegar a usted y a mí, y todavía habrá millones de Adanes que serán almas vivientes. Parece cosa de nunca acabar.
Pero Cristo es ‘el postrer Adán’. Jesús compartió las características genéticas de Adán y de nosotros (yo creo que nuestro Señor era moreno). Lo único que no compartió con nosotros cuando vino al mundo fue la experiencia del pecado. Él nunca pecó, por eso Él es llamado “el último Adán”.
Notemos que la característica del primer Adán es que fue hecho sólo ‘para tener vida’, mientras que Cristo fue hecho ‘espíritu vivificante’, es decir ‘para confortar y animar’. Él dice “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Sin importar su idioma, nacionalidad ni ‘color’ de piel, le invito a que venga a Cristo y experimente de una nueva vida.